Movimiento, Máscaras y Relajación todo para liberar tensiones

Jueves 16 de mayo, comenzamos una nueva clase de movimiento creativo pero esta vez hay una dificultad para varios, llegó la semana que hay que ponerse la 2° dosis de la vacuna contra la hepatitis B y así que hoy cargan con el dolor al intentar mover el brazo, además la semana anterior la profesora nos avisó que había que llevar las máscaras.

Al iniciar a movernos había gente que realmente le dolía mucho el brazo al intentar moverse así que la profesora les dio una tarea desconocida para el reto que más tarde sería de mucha ayuda.

Con la duda de que paso con aquellos compañeros comenzamos a movernos nuevamente, ahora comenzamos moviendo los brazos, las piernas, los hombros, el torso, el cuello y todo el cuerpo al mismo tiempo. Comenzamos a reírnos y en un momento la profesora nos dijo que éramos muchos y que había que dividirse en 2 grupos uno que quedaría con ella moviéndose y otro haría otra actividad.

El grupo que quedo dentro dela sala se movían con bastante energía y realizaban movimientos con una tela, se movían con mucha fluidez. En cambio la tarea que se nos dio a los que estábamos afuera fue de improvisar una coreografía con máscaras, para lograr esto empezamos a hacer una lluvia de ideas para ver que hacer, de a poco fuimos decidiendo que hacer y logramos definir qué haríamos, pero casi al filo del tiempo para hacerlo.

Al ingresar todos ingresamos con la máscara en la mano y empezamos a caminar como decaídos, como estresados y preocupados por otra cosa, al final del grupo ingresa Ignacio con su máscara en su rostro y comienza a darles vida a cada uno de los decaídos y con un grito se colocaba su máscara y comenzaba a moverse al “despertar “todos comenzamos a movernos por toda la sala con movimientos poco definidos y al terminar el mismo que nos había dado la “vida” a las máscaras, mediante su toque, comenzamos a morir.

Ahora era el turno de quienes se encontraban al interior de la sala en un comienzo, y empezaron 2 personas a moverse al ritmo de la melodía y cuando se detenían en el centro otro grupo entraba a la pista y volvían a darles movimiento hasta que finalmente todos estaban moviendo las distintas partes de su cuerpo.

 Al terminar ya todos cansados y agitados nos recostamos en el piso, era turno de ingresar a aquellos que al comienzo de la clase salieron, se les dio la tarea de buscar sonidos que relajaran para liberar las tensiones de aquella semana y con esto cerrar con broche de oro la clase, algunas personas se relajaron tanto que incluso durmieron.

Esta clase de prácticas permite salirse de la rutina y reducir la carga de la vida diaria y liberar todas aquellas tensiones, si esto se realizara de manera frecuente 1 vez por semana muchas personas estarían más tranquilas y calmas frente a las situaciones de alto estrés de la ciudad.