viernes, 26 de julio de 2013

Aquel amuleto que libera el peso de mis hombros



Este día fue bastante especial, fue un jueves, específicamente el 30 de mayo, este día me tocaba a mi formar parte de aquel circulo que la semana anterior se comenzó a formar en la clase de drama 1, se nos pidió llevar un objeto tan personal que ni siquiera podríamos pensar en venderlo ni mucho menos regalarlo, un amuleto, yo dentro de todos los objetos que tengo hay muy pocos a los cuales les tengo un cariño especial, específicamente son 4 y estos son: mi toyo, mi arco de madera, una pizarra negra con un mensaje muy especial y mi cota de malla.





   Tenía que tomar la difícil decisión de elegir cual llevar, cada uno significaba algo distinto, finalmente me decidí llevar la cota de malla debido a que la comencé a hacer en un periodo bastante particular en mi vida.

    Comenzó la clase, nuevamente se volvió a formar esa atmosfera tan cercana entre compañeros, los que teníamos que llevar el objeto nos preguntábamos que tendríamos que hacer, el profesor Félix nos dio la instrucción de colocarnos en un círculo central y hacer un circulo con estos amuletos que habíamos llevado, luego los del círculo central comenzamos a rodear los amuletos del resto para ver que objetos habían, en lo personal encontré objetos bastante especiales y esperaba poder escuchar la historia que guardaba tras de él.
  Nos detuvimos frente a nuestros amuletos, y a mi primera compañera se le pidió que ingresara al círculo y dijera que era su objeto y cual era la historia que lo hacía tan especial, comenzó a relatar y las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, al terminar el profesor se acercó y le dijo que tenía que regalar ese objeto a una persona dentro del círculo, lo cual nos impactó a todos ya que como era posible regalar ese objeto tan preciado para uno, luego informó que era de manera simbólica para la tranquilidad de todos.


  Cuando fue mi turno me levante y tome aquella camisa de alambre, de poco más de 14 Kg, y empecé a recordar cómo fue que empecé a hacerla, como gracias a su realización fui dejando de lado ciertas angustias y preocupaciones que pesaban en mí, iba recordando ese momento en que recibí el apoyo de una persona muy especial para mí, aquella persona que me motivo a cambiarme de carrera porque me dijo “no encuentro que estés feliz en tu carrera, veo que tienes muchas cualidades que no podrás desarrollar en esta carrera y realmente no te veo siendo feliz en esto” esas palabras finalmente me terminaron por convencer de cambiarme de carrera y es un cambio que realmente me ha hecho sentirme mucho mejor.

   Cuando llegó el momento de entregar este amuleto a alguien, solo una persona que estaba en toda la sala se me vino a la mente, esa persona que me recuerda a esta persona que fue muy importante para mí, a la persona que le entregue mi amuleto fue a la María Elena 



 

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